lunes, 14 de octubre de 2013

EL JARDIN DE EPICURO


El epicureísmo es la escuela fundada por Epicuro de Samos en sus jardines de Atenas (306 a.C.). De ahí que a sus seguidores se los conociera también como “Los del Jardín”.
Según esta corriente, lo moralmente bueno es el placer, y lo malo es lo que nos acarrea dolor. “El placer es el principio y el fin de la vida feliz”, si bien entendían el placer de un modo sutil, alejado del desenfreno y que debe buscarse en el reposo y en placer intelectual, ya que el hombre es un todo. Para ellos, no hay que entregarse ciegamente a los placeres que se nos ofrecen sin antes calibrar si ese placer momentáneo no acarreará luego un dolor mayor.
Epicuro proponía la realización de una vida buena y feliz, la ataraxia y la amistad entre sus miembros. Esta filosofía tuvo gran número de seguidores, hasta que con la Edad Media, quedó relegada al olvido al ser incompatible con la visión cristiana del dolor.



FARMAKON (la filosofía como terapia)
Cuatro principios fundamentales de Epicuro para una vida feliz:
-No hay ningún motivo para temer a los dioses, porque no pueden llegar a nosotros de ninguna manera, ni para ayudarnos ni para castigarnos, por tanto, ni los temores ni las plegarias tienen ninguna utilidad.
-No hay tampoco motivo para temer a la muerte, porque no es nada para nosotros, mientras vivimos no está presente y cuando está presente nosotros ya no estamos.
-El dolor y el mal son fáciles de evitar. Ningún sufrimiento dura mucho tiempo y cuanto más agudo menos tiempo permanece.
-El placer y el bien son fáciles de conseguir. Donde hay placer no hay pesar ni sufrimiento.


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