La
agricultura de guerrilla o guerrilla de jardín, es una forma de acción
no-violenta que bebe de las fuentes de la permacultura y el desarrollo
sostenible. La permacultura (Bill Mollison, David Holmgren, 1978) constituye un
sistema que integra armónicamente la vivienda y el paisaje, diseñando hábitats
humanos sostenibles y sistemas de agricultura que
imiten las relaciones encontradas en los patrones de la naturaleza.
Los
activistas ocupan una porción de tierra no cultivada o cualquier rincón urbano,
reclamando así el espacio público para asignarle un nuevo propósito y utilidad.
Los
jardineros urbanos se mueven en un terreno de nadie entre lo legal y lo ilegal.
Muchos de ellos actúan por la noche, en secreto, otros prefieren trabajar a
plena luz del día buscando la complicidad y cooperación de los vecinos de la
zona, conectando así con una forma de activismo proactivo.
Una
de sus armas más utilizadas son las bombas de semillas, como el Nengo Dango o
bola de arcilla en japonés. Se trata de una técnica de cultivo ideada por el
agricultor, biólogo y filósofo japonés Masanobu Fukuoka, para luchar contra la
deforestación.
El
sistema consiste en crear unas bolas de arcilla mezcladas con
semillas, y algún tipo de sustrato vegetal, como el mantillo, y
repelente natural, como la pimienta. Se dejan secar al sol durante un tiempo y
después ya se pueden lanzar por donde queramos. La arcilla se encargará de
proteger las semillas de los pájaros y roedores. Con la lluvia se disolverá y
las plantas podrán crecer sin necesidad de ser plantadas.
Cualquier rincón urbano puede florecer. |
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