También conocido como Sopa
de plástico, La Isla de basura, Sopa tóxica, Gran mancha de basura del Pacífico
o Remolino de basura del Pacífico. Fruto de la concentración de desechos
atrapados en las corrientes oceánicas que giran en el sentido de las agujas del
reloj y crean una espiral interminable que lleva años acumulando millones de
residuos y que, según la Ocean Scientific Logistic, actualmente tiene el tamaño
de un tercio de Europa…y no deja de crecer.
Ésta es la realidad, éstos
son los datos… poco más se puede añadir ante la inmensa presencia de esta masa
compuesta por las innumerables “cosas” que, al parecer, nos sobran, pero que
seguimos comprando dominados por una necesidad cuidadosamente programada de
consumo. Se estima que el 80% de esa basura procede de las zonas terrestres y
el otro 20% de los barcos oceánicos.
En un relato contenido en
el libro “La vida interior de las plantas de interior” de Patricio Pron, se
narra la vida de un albatros habitante de la Gran Mancha de basura. La historia
dibuja un rewind desde unos cabellos
sintéticos tragados por otro albatros hasta el origen de la peluca unos años
atrás, y finaliza, dejando un resquicio a la poesía entre la sordidez, citando
al filosofo griego Empédocles: “Yo he
sido ya, anteriormente, muchacho y muchacha, arbusto, pájaro y pez habitante
del mar.”
“El séptimo continente”
bien podría representar una utopía, un paraíso soñado…en lugar de eso es un
torbellino de basura, real y muy muy grande.
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